El Surne Bilbao Basket sufrió una dura derrota en Miribilla frente a un Joventut de Badalona que ofreció una actuación coral y arrolladora. Los ‘hombres de negro’ estuvieron lejos de su mejor nivel, dejando pasar la oportunidad de equilibrar su balance en la Liga Endesa antes del parón. El 79-95 refleja un partido en el que la Penya dominó desde el inicio, liderada por un imponente Tomic.
Joventut salió decidido, construyendo su juego alrededor de Tomic, que controló en ataque y rebote, registrando un doble-doble con 10 puntos y 10 rebotes. Los verdinegros llegaron a alcanzar una ventaja de ocho puntos en el primer cuarto, aunque la entrada en pista de Harald Frey y Tryggvi Hlinason mantuvo a Bilbao con vida. El cuarto se cerro con un esperanzador 19-22.
En el segundo cuarto, los locales lograron ponerse por delante (35-34) gracias a un triple de Melwin Pantzar. Sin embargo, la alegría fue efímera, el Joventut respondió, liderado por Dekker y Robertson, para irse al descanso con un 38-45.
Debacle
Tras el descanso, los locales se acercaron a un punto, liderados por la mejor versión de Zoran Dragic en la temporada, pero un tiempo muerto visitante cambió el rumbo del encuentro. Un parcial demoledor de 2-20 entre el final del tercer cuarto y el inicio del último dejó a Bilbao sin opciones. Las protestas por el arbitraje, incluyendo una técnica a Dragic, terminaron de desestabilizar a un equipo ya golpeado en lo anímico.
En el tramo final, Bilbao intentó maquillar el resultado con triples de Dragic y Rubén Domínguez, pero Joventut mantuvo el control, con Pustovyi y Busquets brillando. Los de Ponsarnau cerraron su peor partido de la temporada con un pobre 29% en triples y tan solo 11 asistencias frente a las 27 del rival.
El parón por las ventanas FIBA tiene que servir como propósito de enmienda en un momento crítico para Bilbao Basket que acumula cuatro derrotas en los últimos cinco partidos de liga y debe recuperar piezas clave para afrontar el resto de la temporada.