El soterramiento del tren en Zorroza, esperado por más de 20 años, ha dado un paso clave. El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el estudio informativo para llevar adelante esta transformación. Se eliminarán los dos pasos a nivel existentes, responsables de una veintena de accidentes mortales en los últimos 35 años, y se construirá una nueva estación moderna.
El proyecto no solo sacará de la superficie los 67 trenes diarios que cruzan el barrio, sino que también reducirá en 400 metros el recorrido del trazado entre Bilbao y Santander. Esto será posible gracias a un diseño más eficiente, con un bypass que desviará los trenes de mercancías fuera de la futura estación. El nuevo apeadero contará con dos accesos principales. Uno se situará en la calle Ignacio Miranda, con tapices rodantes similares a los de la Plaza Unamuno en el Casco Viejo. El otro estará en el parque Alazne Etxebarria, con escaleras mecánicas para superar un mayor desnivel. Además, se instalará una batería de ascensores en Zorrotzagana para conectar la zona alta del barrio.
El soterramiento promete mejorar la seguridad y calidad de vida en Zorroza, un barrio históricamente dividido por las vías. Aunque queda pendiente la licitación del proyecto constructivo, este paso acerca la solución definitiva a una demanda vecinal de décadas.
La Asociación Vecinal de Zorroza celebra que se haya aprobado el estudio. Sin embargo, denuncian que sus alegaciones no han sido respondidas, como acercar el acceso de Ignacio Miranda al centro del barrio, garantizar accesibilidad universal en Jardín Alazne y reubicar una salida de ventilación para evitar molestias. Aunque ven el avance como positivo, exigen mayor rapidez en los trámites y compromiso financiero por parte de las instituciones para saldar esta deuda histórica con el barrio.