El callejón Zollo, ubicado en el número 11 de la calle Alameda San Mamés en Bilbao, es un espacio estrecho y pintoresco con una rica historia. Antiguamente conectaba la Alameda San Mamés con la calle Iparraguirre, sirviendo como paso para carromatos que abastecían a la Alhóndiga. Con el tiempo, se transformó en un callejón cerrado al construirse los edificios actuales.
Propietarios de los locales lo rehabilitaron, pintando las paredes de blanco y las puertas y ventanas de azul, evocando paisajes mediterráneos griegos como Santorini. Este diseño único, junto con un llamativo letrero azul y amarillo en su entrada, ha convertido al callejón en uno de los rincones más fotografiados de la ciudad. Aparece frecuentemente en reportajes y redes sociales, atrayendo a turistas y curiosos, pero también a personas vecinas de el Botxo que desconocían su existencia.
El callejón alberga espacios culturales y creativos. Destacan la Galería Aire, donde se exhibe la obra de artistas vinculados a la UPV/EHU, y el taller de enmarcación Molcris, con más de cuatro décadas de historia. También hay locales relacionados con la artesanía y el arte.
Hoy, este pequeño rincón de Bilbao combina historia, arte y modernidad, siendo un atractivo tanto para locales como para visitantes.