La consejera de Movilidad Sostenible, Susana García Chueca, el secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, y el presidente de Renfe, Raül Blanco, han firmado un acuerdo este jueves en la estación de Abando-Indalecio Prieto. Este acuerdo permite al Gobierno Vasco subrogarse en la posición del Estado en el contrato con Renfe Viajeros. Así se formaliza la transferencia de los servicios de Cercanías que opera Renfe en Euskadi.
Las líneas transferidas incluyen las tres del núcleo de Cercanías de ancho ibérico de Bilbao: C1 (Bilbao Abando-Barakaldo-Santurtzi), C2 (Bilbao Abando-Barakaldo-Muskiz) y C3 (Bilbao Abando-Orduña). También se incluye la C1 del núcleo de San Sebastián y la C4f Bilbao-Balmaseda. Estas cinco líneas generan aproximadamente 22 millones de viajes al año con 426 circulaciones.
García Chueca ha destacado que este acuerdo abre “una nueva etapa”. El Gobierno Vasco no solo busca gestionar lo existente, sino también mejorar y crecer. Ha reconocido que gestionar estas líneas es “extraordinariamente complejo” y ha señalado tres prioridades: mejorar la accesibilidad, reforzar el servicio en Álava y avanzar en la renovación de trenes.
Se planea una lanzadera ferroviaria entre Karrantza y Aranguren con cinco servicios diarios, una vez que ADIF complete las obras necesarias. Además, se ampliarán los servicios diarios en Álava. La consejera agradeció al Ministerio, Renfe y ADIF por su colaboración.
El Gobierno Vasco ahora será responsable de definir los derechos y deberes de los usuarios, así como de planificar la oferta ferroviaria. Sin embargo, ADIF seguirá gestionando la infraestructura. Se creará una comisión de seguimiento para supervisar el acuerdo, compuesta por miembros del Gobierno Vasco y Renfe Viajeros.