Es un clásico de la Navidad y hace años que la encontramos en infinidad de casas y también negocios. Hablamos de la Flor de Pascua que adorna espacios y da ese toque rojo tan navideño con el color de sus hojas. Pero, terminada la Navidad, ¿cómo hacemos para que la planta nos dure todo el año? Les damos algunos consejos.
Pero primero hagamos un poco de historia para conocer de dónde viene esta tradición. Se trata de una planta que procede de Centroamérica y empezó a utilizarse para adornar los belenes. De ahí, su origen religioso, aunque ahora ya se regala para simbolizar buenos deseos y buena suerte.
Consejos y recomendaciones
Su nombre científico es poinsettia y debemos colocarla en una ventana bien iluminada, para que reciba la cantidad adecuada de sol. Es conveniente regarla cada tres o cuatro días, con poca agua y retirando la que se quede en la parte de abajo. Es importante abonarla cada poco tiempo y no marearla, es decir, no cambiarla de sitio constantemente.
Para que vuelva a florecer y nos dure todo el año, lo mejor es trasplantarla con tierra nueva en Febrero. Conforme llegue el verano hay que regarla un poco menos porque procede de un clima cálido y aquí viene un dato importante: desde finales de septiembre lo ideal es que pase entre 12 y 14 horas al día en una oscuridad total, por ejemplo de cinco de la tarde a ocho de la mañana. Lo cierto es que cualquier tipo de exposición a la luz excesiva, en este tiempo, puede retrasar el proceso de floración. Por ello, durante el día, se recomienda colocar la poinsettia en una ventana soleada, después la oscuridad, y continuar con el proceso regular de riego y abono. Con ello, en Noviembre deberían aparecer los botones florales y en Diciembre debería florecer de nuevo.