Todo comenzó en marzo de 2024, cuando durante inspecciones rutinarias realizadas por la Patrulla Fiscal y de Fronteras (PAFIF) de la Comandancia de la Guardia Civil de Araba, se detectaron envíos de paquetería sospechosos a una dirección en Miranda de Ebro, a nombre de diversas personas sin aparente relación entre ellas. Durante la investigación se acreditó inicialmente la existencia de una organización criminal que estaba utilizando identidades usurpadas para formalizar contratos de telefonía móvil de manera fraudulenta, obteniendo dispositivos de alta gama como teléfonos, tablets, televisores…
En ambas investigaciones coincidieron tanto los presuntos autores, como los domicilios utilizados para cometer los delitos, además de algunas de las documentaciones utilizadas para usurpar las identidades de las presuntas víctimas. Estas usurpaciones de identidad causaban un grave perjuicio a las víctimas, que adquirían sin saberlo importantes deudas con las compañías, y eran dadas de alta en los ficheros de morosos.
Por ello, ambas investigaciones se fusionaron y se comenzó a llevar una operación conjunta que se ha saldado con la detención de 12 personas, 5 en la provincia de Burgos y 7 en Bizkaia, y se han llevado a cabo 3 entradas y registros en inmuebles ubicados en las localidades de Miranda de Ebro, Bilbao y Barakaldo.