Tras el incendio que devastó la catedral de Notre Dame en París el 15 de abril de 2019, surgió un bulo ampliamente difundido: que la reconstrucción de la catedral se basó en la detallada recreación de Assassin’s Creed: Unity. Este rumor, aunque llamativo, es completamente falso.
El videojuego de Ubisoft, lanzado en 2014, recrea con gran fidelidad la Notre Dame del siglo XVIII, utilizando escáneres láser y la colaboración del historiador Andrew Tallon. Sin embargo, este modelo no era un estudio arquitectónico, sino un escenario adaptado para que los jugadores exploraran la catedral de forma interactiva, tanto por sus interiores como por sus cornisas. Por ello, no se utilizó como base para la restauración de la catedral tras el incendio.
En unas declaraciones a The Guardian que pasaron desapercibidas en su momento, Ubisoft aclaró que no estaba involucrado en la reconstrucción y dejaba claro que lo que hicieron por el juego no era una reconstrucción científica, sino una visión artística.
A pesar de esta aclaración, Ubisoft sí desempeñó un papel importante al donar 500.000 euros para apoyar el proyecto de reconstrucción. Además, en abril de 2019, la compañía regaló copias de Assassin’s Creed: Unity, permitiendo a los jugadores redescubrir su versión del icónico monumento.
Con esta contribución, Ubisoft mostró su compromiso con el patrimonio cultural, pero la reconstrucción de Notre Dame, que reabrió este sábado 7 de diciembre, fue fruto de un meticuloso trabajo arquitectónico y del apoyo global, no de un videojuego.