El Ayuntamiento de Bilbao ha dado un paso innovador en el mantenimiento de su red de saneamiento, que abarca 646 kilómetros bajo el subsuelo de la ciudad. Hasta ahora, 11 de los 61 kilómetros accesibles por su diámetro superior a 80 centímetros han sido inspeccionados con drones y perros robots, mientras que el resto se revisa con cámaras.
Estas herramientas de última generación garantizan un mantenimiento más eficiente y sostenible. Pero, al tiempo, también mejoran la seguridad de las y los trabajadores y minimizan las molestias a la ciudadanía. Los drones, equipados con cámaras de alta resolución, permiten detectar obstrucciones y fugas en zonas de difícil acceso. Por su parte, los perros robots, dotados con sistemas de inteligencia artificial y cámaras 360º, identifican grietas, corrosión y acumulación de residuos en espacios reducidos.
En 2024, el Ayuntamiento ha invertido más de 16,7 millones de euros en mejorar sus redes de agua y saneamiento. Estas tecnologías reducen riesgos laborales, optimizan la detección de problemas y disminuyen el impacto ambiental asociado a emergencias.