La preocupación de los vascos por la vivienda se dispara hasta situarse en el mismo nivel que la sanidad. El 41% de los ciudadanos la sitúa entre sus primeras inquietudes, cuando en junio la cifra era del 20%, según el Deustobarómetro
La vivienda avanza de forma exponencial hasta convertirse en uno de los principales problemas de los vascos, según los datos del Deustobarómetro.
El sondeo publicado a finales de junio indicaba que el 20% de los consultados situaba este concepto entre una de sus tres primeras inquietudes, una cifra que ahora se dobla hasta el 41%. Solo la situación de la sanidad sigue por delante (42%), aunque en este caso se percibe un cierto destensionamiento, porque antes de verano el dato se iba al 48%, en un constante ascenso que parecía no tener fin. La fotografía sobre la vivienda que ofrece la encuesta indica que un alto porcentaje considera que alquilar es «tirar el dinero» (70%), cuatro de cada diez vascos creen que solo una minoría tiene acceso a una vivienda digna, se apoyan de forma abrumadora las políticas para impulsar el parque público y para contener los precios y un 88% apuesta por modificar la legislación para impedir las okupaciones.
La subida de los precios, la falta de oferta, ya sea para adquirirla en propiedad o para alquilar, y las dificultades para lograr una hipoteca han convertido todo lo relacionado con la vivienda en uno de las principales problemas. No sólo en Euskadi, sino en el conjunto de España. Los datos que expone la muestra indican de forma gráfica cómo ha sido la escalada. Hace junto un año, el número de los vascos que situaba el concepto «Vivienda y desahucios» como una de sus tres primeras inquietudes rondaba el 13%. De hecho, no estaba ni entre las tres primeras, era la quinta, por detrás de la subida de precios, la sanidad, la delincuencia y los recortes públicos.
Doce meses después, el mapa cambia de forma radical. La situación de la sanidad vasca sigue en cabeza, pero la llegada de Imanol Pradales a Ajuria Enea y de Alberto Martínez al Departamento de Salud parece haber calmado los ánimos. Más relajación se observa a la hora de analizar el epígrafe ‘Subida de precios’. Si a finales del año pasado la preocupación alcanzaba el 48%, ahora cae 15 puntos, hasta el 33%. También en lo que se refiere a la ‘Delincuencia y la inseguridad ciudadana’ los vascos empiezan a observar más claros en el cielo, al pasar del 24% al 21%. El miedo a los recortes públicos sigue la misma estela y pasa del 22% al 13%. Lo único que sube, aparte de los problemas con la vivienda, son los relacionados con el cambio climático (del 9% al 12%).
Okupación
En lo que se refiere a la vivienda, el 77% de los preguntados sostiene que vive en una casa de su propiedad, bien con la hipoteca ya pagada o en proceso de hacerlo, un 10% lo hace de alquiler y otro 10% en casa de sus padres u otros familiares. De hecho, cuando se pregunta a las personas que viven en Euskadi qué prefieren, la respuesta es abrumadora: a un 91% le gustaría tener una casa en propiedad y solo un 6% optaría por el alquiler. En este contexto, un 82% considera que comprar una casa es una inversión y un 70% que alquilar es «tirar el dinero».
Entre los que no tienen vivienda en propiedad, un 31% considera que no podrá comprársela nunca y otro 28% que tardará más de 10 años. En ese ambiente algo pesimista, cuatro de cada diez vascos consideran que solo una minoría tiene acceso a una vivienda digna. El apoyo a las políticas públicas es contundente, tanto a lo que se refiere a la construcción de parque público, a la potenciación del alquiler o a la contención de los precios. Respecto a quién tiene mayor grado de responsabilidad sobr ela situación que se está viviendo, los vascos se la otorgan a los fondos de inversión, al Gobierno central y a los «grandes propietarios». Y sobre la okupación, un 88% de los encuestados está «muy» o «bastante» de acuerdo con que es necesario modificar la legislación para que sea posible desokupar un piso de manera más rápica y efectiva.