Euskadi vive la Navidad con un carácter único, donde las tradiciones locales, la luz y la gastronomía se entrelazan en una celebración inolvidable. Estas costumbres, cargadas de simbolismo, reflejan el espíritu de comunidad y la riqueza cultural de Euskadi. Los personajes ilustres de esta época son, sin duda, Olentzero y Mari Domingi. El 24 de diciembre, Olentzero, el entrañable carbonero, desciende de las montañas para repartir regalos entre los niños. Junto a él, Mari Domingi aporta un mensaje de igualdad y modernidad, consolidándose como figuras centrales de la Navidad vasca.
Para muchos, el pistoletazo de salida de las navidades comienza con Santo Tomás el 21 de diciembre. Este mercado tradicional, especialmente popular en Bilbao y San Sebastián, ofrece productos locales como el talo con chistorra, sidra y artesanías, siendo un punto de encuentro para degustar la gastronomía vasca y disfrutar de un ambiente festivo.
En Vitoria, sin embargo, cada viernes previo a Nochebuena, la ciudad se llena de luz con miles de velas encendidas en sus calles. Esta tradición crea una atmósfera mágica de esperanza y unidad, marcando uno de los momentos más emotivos de la temporada.
En las nueve noches previas a Navidad, los Marijesiak en Gernika llenan las calles de música, reviviendo antiguos villancicos que celebran el nacimiento de Jesús. Por otra parte, encender el fuego en Nochebuena después de la visita de Olentzero simboliza renovación y protección, guardando sus cenizas para el resto del año.
Además, el 1 de enero, muchos vascos participan en la subida al Gorbea, una tradición que consiste en ascender a la cima de esta emblemática montaña para dar la bienvenida al nuevo año, simbolizando renovación y fortaleza.
La gastronomía vasca en Navidad destaca por su riqueza y tradición, ofreciendo platos que conquistan todos los paladares. Entre los imprescindibles están el besugo al horno, preparado con aceite y ajos, y las carrilleras de ternera guisadas, tiernas y llenas de sabor. También un buen bacalao a la vizcaína o el cordero asado. No pueden faltar los entrantes como el txangurro a la donostiarra o las clásicas kokotxas en salsa verde. Para el postre, los dulces tradicionales como el turrón, las intxaursalsa (crema de nueces) y el pantxineta son protagonistas en las mesas.