Bilbao vivió este pasado lunes una de sus jornadas más entrañables y festivas del año con la llegada de Olentzero y Mari Domingi. Según datos proporcionados por el Ayuntamiento, unas 80.000 personas se congregaron en las calles de la ciudad para darles la bienvenida y disfrutar de la tradicional kalejira navideña, que recorrió la Gran Vía.
El ambiente fue de pura celebración, con familias, niños y visitantes expectantes a lo largo del trayecto, iluminado por las luces navideñas y repleto de música, alegría y color. La comitiva, encabezada por Olentzero, el mítico carbonero que trae regalos a los más pequeños, y Mari Domingi, su fiel compañera, estuvo acompañada por gaiteros, danzas tradicionales y una cuidada ambientación que trasladó a todos al corazón de las tradiciones vascas.
Recepción
La jornada culminó con una recepción especial en la plaza Arriaga donde el carbonero y la pastora, recibidos por el alcalde, Juan Mari Aburto, y por la concejala de Fiestas, Itziar Urtasun, escucharon las peticiones de los niños, quienes no dudaron en compartir sus deseos para estas fiestas.
Una vez más, Bilbao demostró su capacidad para combinar tradición y participación ciudadana, llenando de magia y felicidad cada rincón de la ciudad.