Un nuevo desprendimiento en el Peñón de Pedrosa amenaza el futuro de la cascada

El acceso a este conocido enclave situado en Pedrosa de Tobalina, se ha precintado ante el peligro de que el terreno siga cediendo
Imagen de los 50 metros lineales que se han derrumbado / Jesús Ángel López de Mendoza (Alcalde Valle de Tobalina)

Minutos antes de la cena de la Nochevieja, los vecinos escucharon un gran estruendo que confundieron con un petardo. Nadie podía imaginar que la cascada del Peñón de Tobalina había sufrido otro desprendimiento.

«Si no lo arreglan, este verano tendrán que prohibir el baño», asegura Carlos, vecino del Valle de Tobalina,  que hoy se ha acercado hasta el lugar para contemplar lo ocurrido. «Está peligroso», asegura.

El alcalde del Valle de Tobalina, Jesús Ángel López de Mendoza, en declaraciones a Radio Nervión, asegura que «está todo precintado» para evitar males mayores.

Nuevo desprendimiento

El desprendimiento de tierra y piedras abarca 50 metros de longitud y ha devorado cerca de 10 metros del terreno en las proximidades. Precisamente, la zona que ha caído  atraía a numerosos visitantes que se acercaban para contemplar la cascada, especialmente desde que en 2020 se cerró el mirador situado en la orilla opuesta y que «tras una reforma va a ser reabierto esta próxima temporada». Pedrosa de Tobalina se queda sin la mitica cueva en la que en su día hubo hasta un molino. Cuenta el alcalde del Valle, que «cuando era pequeño, incluso recuerda coger cangrejos en esa cavidad y ver la cascada desde la misma».

Futuro incierto

El futuro de la cascada del Peñón es incierto. Este espectacular salto de agua, creado por el río Jerea, se alza con una altura de más de 20 metros, cautivando a propios y extraños y se ha convertido en uno de los puntos de atracción más importantes del Valle de Tobalina.

El terreno derrumbado, es de propiedad privada, y las posibles actuaciones las tiene que coordinar la Confederación Hidrográfica del Ebro, por lo que de momento López de Mendoza, el alcalde del Valle, se muestra partidario de encontrar una solución cuanto antes, aunque «está difícil».

Atractivo turístico

«Tiene mucho tirón», asegura Raúl, gerente del Bar Restaurante el Peñón de Tobalina.

Y es que además de su piscina natural de unos cien metros, su encanto no se limita a la temporada de verano. En invierno, la cascada despliega toda su fuerza, ofreciendo un espectáculo imponente que deja maravillados a quienes la visitan.


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