En octubre, unos vecinos de Loma de Montija que han contactado con Radio Nervión, acudieron al médico preocupados por vómitos, pérdida de peso y malestar general de uno de ellos. Pese a retirar algunos alimentos de su dieta por si eran la causa, los síntomas persistieron. Tras varios episodios de vómitos con sangre, el diagnóstico fue esofagitis, atribuida al daño en el esófago por los continuos vómitos.
A continuación, los vecinos denunciantes decidieron realizar un análisis concreto del agua de su pueblo, por si pudiera ser la causa del malestar provocado. En dicho estudio que contrataron de forma privada, los resultados mostraron parámetros elevados de microorganismos. Decidieron compartir estos datos con el alcalde pedáneo del pueblo, quien, según la denunciante, ha negado cualquier problema. “Se niega a enseñar los análisis de años anteriores y ha llegado a decir que no avisará de nada”, asegura.
El Alcalde asegura que el agua «es potable»
La situación ha generado tensión en el pueblo. Otros vecinos también han experimentado problemas de salud, como diarreas y presencia de bacterias E. coli y H. pylori. La comunidad ha enviado un escrito exigiendo información transparente y suministro de agua potable, pero la respuesta sigue siendo ambigua. “Queremos saber en qué estado está el agua, no estamos yendo contra nadie, solo pedimos claridad”, señala Sara.
Por su parte, Florencio Martínez, alcalde de la Merindad de Montija con el que hemos contactado, asegura que los análisis realizados por la empresa Lastra de Villarcayo indican que el agua es potable. Admite problemas de turbiedad cuando hay «grandes tormentas en las montañas», aunque asegura que están haciendo lo posible para mejorar. Ya se han limpiado los depósitos y se tomarán muestras de las tuberías para verificar su estado. También se compromete a publicar los análisis en el tablón de anuncios, algo que los vecinos aún esperan.
Mientras tanto, Sanidad mantiene su advertencia de que el agua no es apta para el consumo. “No podemos ni ducharnos con ella”, reclama una de las vecinas del pueblo, mientras los problemas de salud y la falta de comunicación entre vecinos y autoridades alimentan la desconfianza entre algunos de los vecinos del pueblo.
