Alba, una repartidora de Correos de Bilbao, vivió una experiencia desconcertante durante su jornada de trabajo. En un vídeo compartido en sus redes sociales, Alba narró cómo un sencillo trámite que realiza a diario terminó en una reflexión sobre seguridad.
Mientras entregaba una notificación en la casa de Bernardo Caballero -nombre inventado para no revelar el nombre real- Alba tocó el timbre, pero no recibió respuesta. Sin embargo, la puerta del portal se abrió sin explicación alguna, lo que la impulsó a subir al cuarto piso. Al llegar, se encontró con trabajadores de obra que le informaron que el propietario no estaba en casa. Lo sorprendente fue que los obreros le abrieron la puerta del portal sin verificar su identidad, lo que dejó a Alba perpleja.
A través de su relato, Alba cuestionó la falta de precaución al permitir el acceso a una desconocida sin confirmar su propósito. Destacó el contraste entre la desconfianza que algunos muestran al recibir paquetes y la facilidad con la que se abre la puerta a desconocidos. Este incidente pone en evidencia la importancia de seguir protocolos de seguridad y respetar el trabajo de los empleados de Correos para evitar situaciones peligrosas.
