El Athletic regresa a Estambul, un rincón que cada vez más parece tener un espacio reservado para los leones. Allá por diciembre, Valverde y sus pupilos doblegaron al Fenerbahçe en un escenario que, más allá de su rival, también deslumbró por el fervor de una ciudad que respira fútbol en cada esquina. En aquella ocasión, el equipo rojiblanco se encaminó con paso firme hacia la clasificación directa a octavos de la Europa League, un sueño que está a punto de hacerse realidad.
Esta vez, el destino les lleva al Tupras Stadium, casa del Besiktas, y el objetivo es el mismo: sumar para dejar atrás cualquier duda y certificar el pase sin mayores sobresaltos. Un empate les bastaría para aferrarse a ese ansiado billete directo, incluso una derrota podría no ser fatal, dependiendo de otros resultados. Pero el Athletic, consciente de su calidad y el momento histórico que vive en Europa, no quiere dar lugar a imprevistos. En una Europa League que ha dominado con mano firme, acumulando victorias ante rivales como el AZ Alkmaar, Slavia Praga o el propio Fenerbahçe, el equipo rojiblanco se presenta con la vitola de favorito.
El que escribe estas líneas recuerda con cariño un partido en Estambul hace 21 años, cuando el Athletic se enfrentó al Besiktas en el Inönü Stadium, un duelo que quedó marcado en la memoria de los que tuvimos el privilegio de vivirlo in situ. No por el resultado. Palmamos 3-1 por el entonces equipo del laureado Vicente del Bosque. Un viaje que fue mucho más que un simple desplazamiento para ver fútbol: el contraste de las calles, el bullicio de los mercados y la pasión de los hinchas turcos crearon una atmósfera espectacular. Aquel encuentro, como este, tenía el aire de ser un desafío lejano, pero también una oportunidad para mostrar que, en cualquier parte del mundo, los leones se hacen escuchar.
Rival en horas bajas
El Besiktas llega a este choque con más incertidumbre que certezas. Con la llegada del mítico delantero del United, Ole Gunnar Solskjaer, el club de las Águilas Negras se encuentra en pleno proceso de reconstrucción, tras cambios de entrenador que no han logrado calmar las aguas turbulentas de un equipo que lucha por encontrar su rumbo. A 20 puntos del líder en la liga turca, con una Europa League complicada y con una defensa más permeable que la de su rival, el conjunto otomano no parece ser un obstáculo insuperable. Sin embargo, su afición, siempre ruidosa, exigirá una reacción en casa, como es habitual cuando los grandes clubes turcos se sienten respaldados por su gente.
Por su parte, el Athletic, lejos de relajarse, se presenta con un equipo cargado de ilusión, pero también de pragmatismo. La duda en la portería y algunas rotaciones en la alineación son lo único incierto en un planteamiento que, con las piezas clave disponibles –excepto Oihan Sancet, quien sigue recuperándose de una lesión que ya empieza a preocupar– buscará seguir tejiendo esa tela de araña que les ha llevado a lo más alto en Europa.