El programa Bilbosport de Telebilbao contó este pasado lunes con la presencia de dos miembros de la Iñigo Cabacas Herri Harmaila (I.C.H.H). Edu Velasco abordó la situación que atraviesa la grada popular del Athletic Club con Peio e Íñigo. Los miembros expusieron una serie de problemas relacionados con sanciones, vetos y la gestión de la animación en San Mamés, señalando presuntas arbitrariedades y falta de apoyo institucional.
Iñigo, uno de los portavoces, aclaró que no están en huelga, como se ha interpretado en ciertos círculos: «En nuestros comunicados nunca aparece la palabra huelga. Sin embargo, se hace una lectura parcial o sesgada de ellos.»
El debate se intensificó al abordar las sanciones que afectan directamente la animación en el estadio. Iñigo confesó que él mismo está sancionado, aunque aún desconoce el motivo formal. El Gobierno Vasco le ha sancionado, pero no ha recibido la notificación oficial. Además, al estar sancionado, el Athletic Club le veta para utilizar elementos de animación, como megáfonos o bombos.»
Según los representantes de Herri Harmaila, este tipo de sanciones administrativas se han combinado con decisiones internas del club, lo que limita el funcionamiento de la grada popular. Iñigo explicó cómo las multas a elementos de animación terminan siendo determinantes: «Este año se han sancionado a 23 bombos y a todos los speakers. Cuando vuelven a San Mamés, el Athletic ya no les permite ejercer sus funciones. Así, se elimina a quienes dinamizan la animación.»
Por su parte, Peio denunció que estas medidas responden a una estrategia deliberada para debilitar a la grada popular: «Sabemos por fuentes que nos han llegado que ha habido mucha gente que estaba en desacuerdo con esa grada popular y que amenazaron con acabar con ella. Ahora, la Junta Directiva ha dado carta blanca los que se la están cargando.»
El papel de la Junta Directiva y la seguridad
Uno de los temas más controvertidos fue la relación entre la Junta Directiva del Athletic Club y el Departamento de Seguridad. Iñigo afirmó que este último tiene un peso crucial en las decisiones internas del estadio y que su interacción con la Junta puede variar según el presidente de turno. Contaba que cuando estaba Elizegi, había decisiones más flexibles. Por ejemplo, en casos de veto sin sanción formal, Elizegi intervenía para levantar esas restricciones. Ahora, la situación es distinta.
La entrevista reveló una profunda fractura entre la Herri Harmaila y las estructuras del club, dejando en evidencia tensiones que van más allá de lo deportivo. Los aficionados denuncian que las sanciones no solo afectan la animación, sino también la cohesión y la identidad del estadio, cuestionando la dirección actual del Athletic Club.