Los pescadores de Ondarroa critican la reciente prohibición de pescar en aguas de Francia del 22 de enero al 20 de febrero de 2025. En El Madrugador hemos hablado con Mikel Ortiz, gerente de la Organización de Productores de Pesca de Altura de Ondarroa, y según él «las organizaciones ecologistas francesas, analizando todos los delfines muertos que llegan a su playas, la única conclusión a la que han llegado es que somos nosotros los pescadores los que estamos enredando con nuestras redes de arrastre a estos delfines». Durante estas cuatro semanas, se dejarán de capturar 140.000 kilos de merluza fresca, lo que supone un duro golpe económico para armadores y trabajadores.
Bruselas justifica esta decisión alegando que las redes de arrastre están relacionadas con los varamientos de delfines en las costas. Sin embargo, Ortiz defiende que esta acusación carece de base científica. «Nosotros llevamos seis años con observadores científicos a bordo, usando dispositivos acústicos en nuestras redes para que no se acerque ni un solo cetáceo», explica. A pesar de estas medidas, la flota europea sigue enfrentando más restricciones que las asiáticas, que operan sin controles sanitarios ni aranceles.
Mikel también nos ha explicado que ellos son los primeros interesados en que ningún delfín entre en sus redes pues «un mamífero de 100-120 kilos en nuestras redes que van llenas de merluzas de kilo o kilo y medio nos reventaría todas las capturas»
Flota asiática
La decisión también ignora el impacto social y económico. Según los pescadores, Bruselas incumple los objetivos de la Política Pesquera Común, que debería equilibrar sostenibilidad ambiental, social y económica. «Nos vamos a quedar sin flota pesquera aquí para favorecer a la flota asiática. Ese es el resumen de lo que está consiguiendo Bruselas», ha explicado Mikel.
Los pescadores exigen que las ayudas se transformen en indemnizaciones compensatorias que cubran el 100% de los ingresos perdidos, en lugar del 25% actual.
Sibylline océanos
Los pescadores, tantos vascos como franceses, llevan la razon. Es verdad que Pelagis (Unidad de Servicio Mixto, que se pretende expertos en el tema) no tiene pruebas cientificas. Durante anios, ha dejado practicar necropsias por voluntarios sin ninguna formacion cientifica y medical (veterinarios patologistas), es decir que este acto clinico ha sido una practica ilegal de la medicina veterinaria. En un juicio, oponiendo pescadores franceses contra el, en el memorio de defensa, ha escrito que no tenian informes de necropsias hasta 2022 (hay que saber que la red de varamientos, en Francia, ha nacido en 1972 ; es decir que durante CINCUENTA años, no tienen NI una prueba de los que dicen).
Sibylline océanos, ONG franco-española fundada durante el chapapote del Prestige, por veterinarios de ambos paises (cuyo tema es la preservacion de la biodiversidad marina en dificultad y su medio por la medicina, investigacion y educacion) ha avisado, en 2016 los pescadores de la trampa. Por eso, hay un juicio hoy en Poitiers (Tribunal Administrativo de momento pero nosotros, no descartamos la posibilidad de ir delante el tribunal penal). Despues de eso, contrataron a una veterinaria que no tenia ninguna experiencia en el tema de los cetaceos (ademas de no ser patologista). Hoy, su sueldo es de 10 000 euros/mes (!!!). Por haber consultado los informes de necropsia, ni se puede imaginar que un miembro de nuestra profesion actue de esta forma.
Desde el principio de la sobremortandad de los delfines comunes y marsopas comunes en el golfe de Biscaya, Pelagis ha cobrado mas de CUARENTA millones de euros (subvenciones francesas y europeas).
Por encima, los repulsivos acusticos (pingers) no tienen mucha eficacia, como ya demostrado en varias publicaciones. Existe dispositivos mucho mas eficaces (hasta un 95 %) no solo sobre la captura de los cetaceos sino tambien en las aves y tortugas marinas.
En breve, todo eso es una historia de pelas. Y fuera la proteccion de la biodiversidad y la pesca artesanal.