
Este jueves, José Hernández entregará en la Junta de Extremadura más de 80.000 firmas recogidas a través de Change.org para pedir que no separen a sus padres, Desiderio y Soledad, ambos con Alzheimer, cuando accedan a una residencia pública. El actual criterio de asignación de plazas en Extremadura valora a cada persona por separado, lo que podría llevar a que este matrimonio, tras 60 años casados, termine viviendo en centros distintos. «Separar a mis padres de un día para otro sería una experiencia desgarradora para ellos», asegura en la petición.
«Mis padres tienen 84 y 80 años, y aún se cogen de la mano como si fueran adolescentes«, cuenta José en la petición que lanzó en octubre. Ambos necesitan atención las 24 horas, y él, a pesar de sus esfuerzos, no puede hacerse cargo solo. Su madre ha pasado de valerse por sí misma a permanecer gran parte del día inmóvil, mientras que su padre también requiere ayuda constante.
José solicitó plazas en una residencia pública, pero descubrió que el sistema no contempla la convivencia de toda una vida como criterio prioritario. Optar por una residencia privada sería inviable: el coste de ambas plazas rondaría los 5.000 euros mensuales.
La recogida de firmas pide modificar la normativa para evitar que matrimonios como el de sus padres sean separados. «Aunque el recuerdo se borre, ese cariño se mantiene entre ambos y lo último que se pierde es el amor», afirma José.