La reciente fusión de los colegios concertados Jesús María y Jesuitinas de Bilbao ha generado un gran malestar entre algunas familias del primero. El acuerdo implica que el colegio Jesús María cerrará sus puertas en junio, mientras el alumnado se integrará en Jesuitinas bajo un nuevo proyecto educativo, aún poco definido según comentan estas familias.
Desde Radio Nervión, hemos hablado con Nora Martínez, madre de alumnos en el colegio de Jesús María, quien ha trasladado el descontento de numerosas familias. Denuncian que lo presentado como una fusión es, en realidad, «el cierre de un centro y la reagrupación del alumnado en otro», cambiando solo el nombre del proyecto a Zabalbide Ikastetxea.
Fechas ajustadas
Las fechas han sido otro motivo de queja. La comunicación oficial llegó el pasado 30 de enero, apenas tres días antes del inicio del periodo de prematriculación, el 3 de febrero. Las familias aseguran que hasta el día 7 no tuvieron una primera reunión donde «no sabían ni los horarios, ni las tarifas, ni el proyecto, ni nada». Esto generó en las familias un clima de incertideumbre y desconfianza. «La educación de un de un hijo es algo muy importante como para confiarlo así a la ligera», ha explicado Nora.
Martínez explica que muchas familias se sienten desamparadas. Solicitan que el Gobierno Vasco trate la situación como un cierre, para que se flexibilicen los plazos de matriculación y se faciliten opciones de escolarización, especialmente para hermanos de alumnos.
Falta de comunicación
Además, critican la falta de comunicación y transparencia durante el proceso. «¿Cómo vamos a confiar en un nuevo proyecto del que no sabemos casi nada?», se preguntan. Las familias recuerdan que en otros cierres de colegios, el Gobierno Vasco ha dado facilidades a las familias afectadas, algo que también reclaman para este caso.
El próximo curso, en septiembre, Jesús María cerrará definitivamente, dejando a muchas familias buscando una mayor claridad y apoyo en este proceso.
Dos versiones
Sin embargo, no todos los padres están descontentos. Según destacan las familias contentas, las direcciones de ambos centros están llevando a cabo un trabajo intenso y coordinado para construir un proyecto que combine lo mejor de cada uno y que permita la creación de un centro de referencia. La fusión es considerada como «un movimiento necesario» para garantizar la viabilidad a largo plazo, evitando posibles cierres. Las instalaciones elegidas para el nuevo centro son las de Jesuitinas, por su modernidad y por contar con más líneas educativas aprobadas por el Gobierno Vasco, algo que no era posible en las de Jesús María. También nos han contado que, en este proyecto totalmente nuevo, la plantilla estará integrada por la mitad de la plantilla de cada colegio. «En el nuevo centro cuantos más alumnos continúen más profesorado se garantiza», aseguran.
