
Es sin duda una de las señas de identidad de Bilbao. A la ría, la virgen de Begoña y el Guggenheim tenemos que sumar la baldosa, nuestra baldosa. Cada día es pisoteada por miles y miles de personas que pasean por la calle y que sin darse cuenta pasan por uno de los emblemas de la Villa.
Su origen
Fue el siglo pasado cuando las calles de Bilbao, o mejor dicho, las aceras, comenzaron adornarse con esta baldosa en la que vemos representada una flor. Todo apunta a que es una adaptación de las de Barcelona, creada por el arquitecto catalán Josep Puig i Cadafalch, y habría comenzado a fabricarse en los años cuarenta o cincuenta del siglo pasado. Eso sí, para Bilbao se hizo alguna modificación y a la flor se le añadieron cuatro canales con los que se evita que se acumule el agua, sobre todo en una ciudad, antes tan lluviosa. Y es que la Villa contaba con unas aceras resbaladizas, con un asfalto que se deterioraba fácilmente por la lluvia y el calor.
Llaveros, pañuelos de Aste Nagusia, tartas y hasta una canción para la baldosa
En la actualidad podemos encontrar la imagen de la baldosa en infinidad de artículos. Muchos de ellos de recuerdo, un souvenir para los turistas. Pero también hay dulces, como una tarta con su imagen. Los pañuelos de Aste Nagusia también la llevan, forma parte de la decoración navideña y hasta La Otxoa, artista mítico de Bilbao donde los haya, también le ha dedicado una canción: “La Baldosa de Bilbao está de moda y el que nunca mire al suelo, que se joda…» «La baldosa que maravilla, sorpresa del suelo de nuestra villa, baldosa, nuestra baldosa, baldosa maravillosa”.
La baldosa de Bilbao por el mundo
Esta baldosa no sólo la vemos en Bilbao y en toda Bizkaia, sino que también la podemos encontrar en ciudades como Salamanca o Santander, o países como Guinea Ecuatorial y Argentina. Y es que nuestra baldosa en universal.