
Parece increíble que, con la magnífica marcha deportiva del equipo, haya conflictos entre la parroquia rojiblanca cuando debería ser todo lo contrario. Lo lógico sería desear que llegue el domingo, disfrutar de buenos partidos, animar cada uno a su estilo, ganar y para casa, pero esto, por desgracia, no está ocurriendo de un tiempo a esta parte.
El Athletic está haciendo las cosas bien sobre el césped, pero la afición nos metemos en luchas baldías que solo llevan a la crispación y a la división entre la parroquia rojiblanca. No es normal que un grupo de unos pocos saque de sus casillas a 40.000 socios y estemos más pendientes de la grada que del partido… Ahora callamos, ahora cantamos, ahora pitamos, ahora no van los jugadores a cantar al Fondo Norte, y así todos los días mientras nos jugamos puntos de Champions, vitales para conseguir el objetivo soñado.
«Ninguna parte tiene la razón al cien por cien, pero también creo que las multas y las sanciones no llegan porque sí»
Las reuniones la semana pasada entre los grupos de la Herri Harmaila y el club, de momento, no han dado sus frutos y todo sigue igual, por lo visto en el choque frente al Valladolid. Yo soy de los que piensan que ninguna parte tiene la razón al cien por cien, pero también creo que las multas y las sanciones no llegan porque sí, porque a alguien se le ocurre ponerlas tras pasar una mala noche o haber discutido con su pareja. Si no hay respeto, el resto llega solo y estamos recogiendo la mala siembra que hemos hecho en este aspecto. Está claro que el 99% de los socios que van a La Catedral no temen que les sancionen o les identifique la seguridad del club o intervenga la Ertzaintza, porque van al campo a ver fútbol y nada más. Sí creo que a una parte minoritaria de la Herri Harmaila se la mira con lupa por parte de las instituciones que controlan la seguridad en los estadios, pero si los socios y aficionados de a pie dictan sentencia, deberían reflexionar para arreglar esto cuanto antes, cediendo todas las partes, porque todo va a ser en beneficio del Athletic, al cual pertenecemos todos, sea cual sea nuestra actitud durante los partidos.
«La Herri Harmaila es un tesoro que debemos cuidar y conservar»
El que no quiera, pues que no anime, pero que no influya en el resto que quiera hacerlo, y así debería ser en todas las partes del campo, no solo en el Fondo Norte. La Herri Harmaila es un tesoro que debemos cuidar y conservar porque es imprescindible para el Athletic, y no debemos dejarla caer por las actuaciones fuera de lugar de unos pocos, porque a veces nos olvidamos de que esto es solo fútbol, para nosotros una religión, pero solo un deporte a fin de cuentas.
Si todos cedemos y respetamos las reglas del juego, esto se arregla en cinco minutos y podremos disfrutar de todo lo bueno que todavía está por llegar de aquí a final de temporada. Si no lo hacemos, seguirán aumentando los conflictos, y quién sabe si podría ser el principio del fin de la tan necesaria Grada de Animación. En las manos de los athleticzales está, y creo que no deberíamos dejar pasar esta oportunidad de volver a la normalidad.
El equipo, muy unido, tira del carro en el campo, pero la afición no hacemos lo mismo.