El txikiteo, una de las tradiciones más arraigadas en la cultura vasca, especialmente en Bilbao y otras localidades del País Vasco. Se refiere a la costumbre de salir de bar en bar, tomando pequeños vasos de vino. Aunque parece una costumbre moderna, tiene una historia que se remonta a siglos atrás y forma parte de la esencia social y cultural de la región.
Orígenes del Txikiteo
El txikiteo tiene sus raíces en el siglo XIX, aunque es probable que tradiciones similares existieran incluso antes. Durante ese tiempo, Bilbao era una ciudad portuaria y comercial de gran importancia, y los bares y tabernas eran lugares de encuentro para los trabajadores, comerciantes y marineros que pasaban por la ciudad. En un principio, el txikiteo no solo era una forma de disfrutar de la bebida, sino también una manera de entablar relaciones comerciales o laborales, intercambiar noticias y pasar el rato entre amigos o familiares.
El txikiteo también se practicaba antes de comer o cenar, recurriendo una ruta de bares con la kuadrilla de amigos y tomando un txikito o vaso de vino en cada uno de ellos.
Una de las particularidades de esta tradición es que, al ser tantos los txikitos que se toman, los vasos debían ser pesados. ¿Por qué? Para evitar que se agitaran fácilmente en la mano del txikitero, especialmente cuando ya había tomado algunos de más.
Historia del txikito
La historia del vaso de txikito es, sin duda, una historia muy curiosa. Aunque este peculiar vaso fue creado antes del siglo XX, su función original no estaba relacionada con el vino. Fue en 1929, durante la visita de la reina Victoria Eugenia, esposa de Alfonso XIII, cuando el vaso adquirió su uso característico. Con motivo de la visita real, Bilbao decidió embellecer las calles colocando velas y candiles a lo largo de la ruta de la comitiva. Para este propósito, se utilizaron los vasos que hoy conocemos como vasos de txikito.
Tras la visita, la ciudad se quedó con un excedente de estos vasos y decidió repartirlos entre los bares locales. No pasó mucho tiempo hasta que se popularizaron como los vasos ideales para el txikito, esa medida pequeña de vino que servían para socializar en los bares.
El vaso tradicional
¿Sabíais que los vasos que se usan hoy en día para el txikiteo nada tienen que ver con los auténticos vasos de toda la vida? Estos vasos son cada vez más difíciles de encontrar.
El vaso de txikito es un recipiente curioso: su base está hecha de vidrio grueso, lo que lo hace más pesado. La parte superior tiene una capacidad de 70 ml. Hoy en día, el txikiteo sigue siendo una tradición muy viva en Bilbao. Aunque los vasos tradicionales son cada vez más difíciles de encontrar, algunos bares han comenzado a recuperarlos para rendir homenaje a la historia de esta costumbre.
El txikiteo no es solo una actividad social, sino que también es una forma de celebrar la identidad bilbaína. Para los bilbaínos, salir de txikiteo no es solo una excusa para beber, sino una verdadera celebración de la vida, de la amistad y de las costumbres locales. De hecho, es tan importante que incluso tiene su propio día en Bilbao: el «Día del Txikiteo», que se celebra de manera informal en la ciudad.
