OPINIÓN - Iker Fernández

La hora de los valientes

La opinión de Iker Fernández sobre el partido ante la Roma
Bilbao Basket

Hoy es tarde de faena, de ponerse el mono de trabajo. Hay noches en San Mamés que no son solo partidos. Son pruebas de fuego en los que el escudo pesa en el pecho y donde el corazón de 50.000 almas bombea a marchas forzadas. La de esta noche contra la Roma es una de esas. Una eliminatoria de octavos de final de la Europa League con desventaja en el marcador (2-1 en la ida) y con bajas sensibles. No estarán Sancet, ni Vivian, ni Yeray. Pero en el Botxo se sabe bien que hay momentos en los que no se puede flaquear. Y este es uno de ellos. Es la hora de los valientes.
Porque no hay épica sin dificultad. No hay gestas sin sufrimiento.

Ernesto Valverde lo dejó claro en la previa: «Tenemos que ganar». Sin rodeos, excusas ni adornos. No queda otra. Y eso es precisamente lo que convierte este encuentro en algo tan especial. Es la oportunidad de dar un golpe en la mesa, de recordarle a Europa que el Athletic no es solo un equipo, sino una declaración de principios.

Óscar de Marcos, con la voz de quien ha vivido mil batallas en la Catedral, lo explicaba con esa mezcla de sensatez y ardor que caracteriza a los leones: «Necesitamos de todo San Mamés. Si todos vamos a una, será más factible». Y lo cierto es que la conexión entre la grada y el equipo, mermada y enrarecida en los últimos choques, debe ser una de esas fuerzas invisibles que a veces decantan eliminatorias. Se notó en La Cartuja, en la semifinal que siempre recordará Del Nido, en el partido de vuelta ante el Sporting CP en San Mamés en el que el Athletic logró clasificarse para la final de la UEFA Europa League 11/12. Se ha notado en tantas noches mágicas… Hoy toca otra de esas.


«La Roma es una bestia de mil caras, capaz de defender con la solidez de un muro romano y atacar con la fiereza de los gladiadores»


Pero De Marcos lo tiene claro: «Pensamos en hacer nuestro partido. Tenemos recursos para meter mano a cualquier conjunto». Y es ahí donde el Athletic tiene que aferrarse. No en lo que puede hacer la Roma, sino en lo que los leones pueden hacer.

La baja de Sancet obligará a Valverde a reajustar piezas. Seguramente veremos un centro del campo con Jauregizar y Prados, quizás con Guru en punta. La ausencia de Yeray y Vivian deja a Paredes y entendemos que a Núñez con la difícil empresa de frenar a Dybala y compañía. Pero los partidos grandes los ganan los que dan un paso adelante cuando otros no pueden estar. Ahí se ve la madera de campeón. Ahí se ve la raza del Athletic.

El técnico lo decía bien: «Hay que jugar con el corazón y con la cabeza fría». Es un partido para creer, para resistir cuando las piernas flaqueen y para golpear cuando la Roma deje un resquicio. Y si hay que llegar al minuto 90 con todo en el aire, que así sea. Ya lo dijo De Marcos: «Los partidos son largos, a veces duran 120 minutos». El Athletic está preparado para pelear hasta el último segundo.
Hoy, San Mamés volverá a ser un volcán. Todos a una. Hoy, los leones tienen una cita con la historia. Es la hora de los valientes. Y en Bilbao, de eso, sobra.


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