El Obispado de Bilbao ha respondido a las denuncias de los vecinos de Uretamendi, quienes llevan más de cinco años intentando instalar un ascensor a cota cero para facilitar el acceso a sus viviendas.
El Obispado asegura que apoya el proyecto y que se mantiene en «contacto permanente» con los interlocutores de la comunidad y con los técnicos para definir los términos del acuerdo. Afirman que las obras son importantes y requieren garantizar que se mantenga el uso de los locales parroquiales ubicados en la entreplanta, que comparten espacio con las tres comunidades de vecinos afectadas.
Un problema técnico que complica la obra
El conflicto surge porque el foso del ascensor necesario para alcanzar el portal afecta al techo de la entreplanta, inutilizando parte de ese espacio. El obispado indica que se está buscando una solución para que las obras garanticen una altura mínima que permita el uso continuado de la entreplanta.
Según el episcopado, la comunidad de uno de los portales, el 44, ya tiene un documento de acuerdo prácticamente definido y listo para la firma, el cual servirá como modelo para las otras dos comunidades que también deberán acometer obras similares.
Desacuerdo con la solución a cota cero
Uno de los principales desacuerdo radica en que los vecinos solicitan que el ascensor llegue directamente a cota cero, es decir, al nivel de la calle, algo que el obispado no ha rechazado de forma directa, pero que todavía no está acordado. Los vecinos temen que si instalan primero el ascensor hasta el portal y luego se autoriza llevarlo a cota cero, tendrán que repetir parte de las obras, perdiendo así el dinero invertido.
Desde la sede recalcan su intención de llegar a una solución «buena para todas las partes» y reiteran que «no se van a poner trabas» al proyecto. Además, confirman que hay un encuentro pendiente para cerrar los términos del acuerdo definitivo.
