
En el marco del Día Mundial de la Prevención del Cáncer de Cérvix, Osakidetza ha resaltado los avances significativos en la detección precoz y la prevención de este tipo de cáncer en Euskadi. Desde la implementación en 2018, el programa de cribado ha permitido detectar tumores en estadios iniciales en un 70% de los casos, lo que ha aumentado notablemente las tasas de supervivencia.
Programa de cribado pionero
El año pasado, se invitó a 120.000 mujeres de entre 25 y 65 años a participar en el programa, y seis de cada diez aceptaron. Además, la vacuna del VPH, que ha alcanzado una cobertura superior al 92% en la región, se suma como herramienta esencial en la prevención de este cáncer. El Virus del Papiloma Humano (VPH) es la principal causa de cáncer de cuello de útero, y la vacuna ayuda a reducir su incidencia.
El programa de cribado de Osakidetza, pionero en España, se distingue por su unidad centralizada de procesamiento de muestras en el Hospital Universitario Donostia y su sistema de invitación personalizada a través de SMS o carta. Gracias a esta estrategia, Euskadi ha logrado un avance significativo en la lucha contra el cáncer de cérvix, y se espera que en el futuro se implemente la opción de autotoma para facilitar aún más el acceso a las pruebas.
Reducción de la mortalidad
Osakidetza también destacó el impacto positivo de este programa en la reducción de la mortalidad del cáncer de cérvix, con una tasa del 2,94% entre los diagnosticados a través del cribado, en comparación con el 36,23% en aquellos diagnosticados por síntomas o hallazgos casuales.
Con el objetivo de alcanzar el 80% de participación en los próximos años, el consejero de Salud, Alberto Martínez, subrayó que el Plan Oncológico Integral 2030 contempla la detección precoz como una de sus principales prioridades, consolidando a Euskadi como un referente en la prevención y tratamiento del cáncer de cérvix en España.