
El barrio bilbaíno de Rekalde enfrenta una nueva amenaza a sus espacios comunitarios con la orden de desalojo del gaztetxe Etxarri, programada para el próximo 4 de abril. Esta situación ha movilizado a más de 60 colectivos sociales del barrio, quienes han firmado un manifiesto solicitando la suspensión del proceso.
Los firmantes señalan al Ayuntamiento de Bilbao y a las empresas constructoras, entre ellas Amenabar, como responsables de este desalojo, acusándolos de promover un «pelotazo» urbanístico que beneficiará económicamente a unos pocos en detrimento del tejido social del barrio. Denuncian que el proyecto contempla la construcción de viviendas de lujo, alterando el carácter y la accesibilidad de la zona.
Ante la inminente amenaza sobre Etxarri, los colectivos han convocado una manifestación el 28 de marzo a las 18:30 horas desde la plaza de Rekalde, con el objetivo de mostrar solidaridad y defender este espacio comunitario.
Etxarri como respuesta colectiva
Etxarri, ocupado en 2014 tras permanecer vacío durante dos décadas, surgió como respuesta colectiva a las necesidades de los jóvenes del barrio, especialmente después del derribo de Kukutza III. En los últimos años, ha funcionado como un espacio alternativo de ocio, socialización y politización, acogiendo diversas actividades culturales y sociales en beneficio de la comunidad.
Kukutza en la memoria
La situación actual recuerda, inevitablemente, al desalojo del gaztetxe Kukutza III en septiembre de 2011. En aquella ocasión, la Ertzaintza llevó a cabo una operación que comenzó a las 5:30 de la mañana, resultando en enfrentamientos con los vecinos de Rekalde y numerosos heridos debido a la violencia empleada. El desalojo y posterior demolición de Kukutza III provocaron disturbios en el barrio y otras zonas de Bilbao, con cargas policiales y detenciones.
La comunidad de Rekalde, respaldada por numerosos colectivos, se une una vez más en defensa de sus espacios autogestionados, buscando preservar el espíritu comunitario y evitar que la historia de Kukutza III se repita con Etxarri.