
El objetico principal del nuevo programa de Cáritas es crear un modelo de recuperación alimentaria que genere empleo para personas en exclusión social en el territorio. La iniciativa está subvencionada por el Fondo Social Europeo y se desarrollará entre los años 2025 y 2027. «La idea es poder aprovechar el nicho de empleo que va a generar la nueva legislación sobre desperdicio alimentario a través de nuestras empresas de inserción social con el objetivo de poder ofrecer esos puestos a las personas que acompañamos en Caritas y que tienen muchas dificultades en el acceso al mercado de trabajo debido a su falta de red de apoyos, dificultades para el acceso a la formación, graves dificultades de conciliación familiar o carencias socioeconómicas», señala Nekane Narbaiza gerente de Lapiko.
‘Maná, alimentando el futuro’ se implantará en un primer momento en las empresas de inserción de Cáritas en Bilbao (Lapiko Catering) y Albacete (la Fundación El Sembrador), para luego trasladarse al resto de confederaciones.
Según sus responsables cumple tres objetivos: sostenibilidad económica de la empresa pero sin animo de lucro; medioambiental del residuo alimentario; y social porque el objetivo de Cáritas es generar oportunidades laborales a personas en situación de exclusión y puedan estabilizar su vida para luego pasar luego al mercado laboral ordinario una vez termine su fase en empresas de inserción con nosotros”, ha detallado.