El colegio Jesús María de Bilbao y sus inmediaciones han amanecido con pintadas ofensivas y varios cristales rotos, un nuevo episodio que evidencia el ambiente de tensión que rodea el cierre del centro. Mensajes como «La vocación se dejó la tarea en casa» o «No valéis ni uno. Solo miráis vuestro culo» han aparecido en las paredes, dirigidos contra el profesorado y la gestión de la situación.
El conflicto se originó tras el anuncio de que el colegio cerrará en junio, integrando a su alumnado en Jesuitinas, bajo el nuevo proyecto educativo Zabalbide Ikastetxea. Muchas familias han expresado su malestar y desconfianza, al considerar que no se ha tratado de una fusión real, sino del cierre de su colegio.
Una crisis marcada por la incertidumbre y la huelga
A la incertidumbre sobre el futuro educativo de los alumnos se suma la huelga indefinida del profesorado, iniciada el 18 de marzo, que ha generado aún más preocupación entre las familias. Especialmente afectado está el alumnado de segundo de Bachillerato, que se enfrenta en breve a la selectividad sin clases regulares.
Las familias han denunciado en repetidas ocasiones la falta de transparencia y comunicación en el proceso, exigiendo que se flexibilicen los plazos de matriculación y se les garanticen opciones claras de escolarización.
