Enresa planea reanudar este verano la carga del combustible nuclear en la central de Garoña, dos años después de asumir su gestión temporal. Para ello, necesita que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) autorice la ampliación del Almacén Temporal Individualizado, donde se almacenarán los 44 contenedores que aún faltan por recibir. La empresa espera que el visto bueno llegue entre abril y mayo.
El proceso viene de largo
El proceso comenzó en marzo de 2024, cuando se completó la carga de los cinco primeros contenedores. Ahora, Enresa prevé continuar el traslado del uranio irradiado entre 2025 y 2027, aunque el contrato con Equipos Nucleares S.A. permite extender las tareas hasta 2028.
El primer nuevo contenedor debería llegar el 25 de abril, junto con los Módulos Auxiliares de Blindaje, que reforzarán la seguridad del almacenamiento. Además, Enresa sigue tramitando la construcción de una instalación auxiliar, que estará operativa en 2028 para revisar o reparar los contenedores si es necesario.
En paralelo, la empresa avanza en la adaptación del edificio de turbinas como Centro Auxiliar de Desmantelamiento, un almacén logístico clave en esta primera fase. Las tareas más complejas de desmontaje comenzarán en 2026 y 2027.
Actualmente, la central cuenta con 290 trabajadores, una cifra similar a la del año pasado. En el punto álgido del desmantelamiento, se espera que la plantilla alcance los 350 empleados.
