
Rafa Natera, vecino de Rekalde, todavía siente la impotencia del ataque que sufrió el pasado jueves. Iba caminando por la calle, cerca de los baños del barrio, cuando un grupo de jóvenes en patinete le lanzó una bolsa de agua a gran velocidad. El impacto le causó más que un susto: “Me rompieron un diente, porque al pegarme en la cara se me movió la dentadura postiza, se rompió justo en la zona de anclaje. Y las gafas a tomar por el culo, se me cayeron al suelo junto con la txapela”.
Rafa asegura que los jóvenes actúan siempre en grupo, y que en su caso fueron cinco, de entre 17 y 18 años, los que lo atacaron sobre las 20:00 horas. “Llamé a la Policía Municipal y a la Ertzaintza, pero no pudieron atenderme. Estaban montando el dispositivo para lo del gaztetxe. Así que al día siguiente bajé yo mismo y puse la denuncia por agresión”.
Más de una agresión
La agresión no fue un caso aislado. Según cuenta, al día siguiente, los mismos chavales repitieron el ataque contra un hombre en silla de ruedas. “Un chico fue a defenderle y le dieron con un palo”, denuncia Rafa. “La gente está bastante cabreada porque se meten con los jubilados, con gente que no se puede defender. Vienen cinco chavales y claro, entre todos tienen más fuerza que tú”.
El vecino no duda de que los agresores provienen de otra zona: “Antes andaban por Plaza Levante, ahora se han debido cambiar de barrio. A mí me pillaron debajo de la autopista”.
“Estoy andando por la calle, camino de mi casa, y que vengan unos niñatos así… Pues sí, me dan ganas de defenderme”, lamenta Rafa, visiblemente afectado. La sensación que le ha quedado es de impotencia. Mientras tanto, la indignación crece entre los vecinos y los ataques siguen sin responsables identificados.