Merche, una profesora con más de 30 años de experiencia en clases particulares, ha dedicado su vida a la enseñanza de diversas asignaturas, desde inglés hasta matemáticas, física, química, contabilidad y economía. Comenzó su carrera de manera informal, ayudando a los amigos de su hermano, y con el tiempo, su pasión por la docencia la llevó a ofrecer clases particulares a estudiantes de todas las edades.
Volcada en la enseñanza
A pesar de haber estudiado económicas, Merche nunca trabajó como economista; siempre se volcó en la enseñanza, un trabajo que no solo le permitió ganarse la vida, sino que la convirtió en una parte fundamental de la vida académica de sus alumnos. Con el tiempo, se hizo un nombre en su comunidad, impartiendo clases en colegios como los Josefinos de Orduña, pero fue en el ámbito de la enseñanza particular donde realmente encontró su vocación.
“Empecé con los amigos de mi hermano, les llevaba 9 años, y de ahí a todo tipo de asignaturas. No me imaginaba que acabaría tan enganchada, pero aquí sigo, dando clases a personas de todas las edades”, comentó Mercedes.
Adaptarse al mundo online, un reto
La pandemia supuso un cambio radical en su manera de enseñar. Adaptarse al mundo online fue todo un reto, pero Merche, lejos de rendirse, se armó de paciencia,, y empezó a dar clases a través de plataformas digitales. “El día que nos cerraron, me compré una pizarra blanca, un rotulador, una pantalla de ordenador y una tablet, y ahí tiramos, sigo haciéndolo así, de esa manera.«, explicó.
Aunque la modalidad online es ahora su principal herramienta de enseñanza, Mercedes mantiene una conexión muy cercana con sus alumnos, adaptándose a las necesidades de cada uno. De hecho, asegura que la diferencia entre clases presenciales y online es mínima, ya que sus estudiantes se manejan perfectamente con la tecnología. “Los estudiantes se adaptan muy bien y el ritmo de las clases sigue siendo el mismo. A veces dicen que prefieren lo presencial, pero luego disfrutan de la comodidad de no perder tiempo de desplazamiento”.
A pesar de haber alcanzado la jubilación, Merche sigue dando clases, sobre todo a sus sobrinos y amigos de la familia, quienes aún confían en su dedicación. «Mis sobrinos pequeños me necesitan, y mientras eso siga siendo así, seguiré dando clases», afirma con una sonrisa.
