
Desde este viernes y hasta el 28 de septiembre el Museo Guggenheim Bilbao presenta Helen Frankenthaler: Pintura sin reglas, una exposición organizada por la Fundación Palazzo Strozzi de Florencia y la Fundación Helen Frankenthaler de Nueva York. Una muestra que cuenta con el patrocinio de la Fundación BBVA.
La selección de piezas abarca todo el universo plástico de la artista neoyorquina, desde 1953, en esa treintena de abstracciones poéticas, hasta 2002. Y junto a sus obras es un privilegio disfrutar de las creaciones de algunos de sus coetáneos como Anthony Caro, Morris Louis, Motherwell, Noland, o David Smith, observándose las diferentes interacciones en ese conjunto de pinturas del arte de la segunda mitad del siglo XX.
Figura clave en el expresionismo abstracto
El recorrido permite observar el papel protagonista que la artista tuvo en la transición del Expresionismo Abstracto a la pintura de los Campos de Color, contextualizando ese periodo de gran efervescencia artística en los Estados Unidos y también cómo supo caminar con singularidad en unos años importantes de la creación contemporánea. Algo visible en sus composiciones durante más de cinco décadas, que sigan siendo plenamente reconocibles de una artista poco complaciente con lo que hacía y en una búsqueda constante de formas y uso de materiales.
Uno de sus rasgos más conocidos quizás sea su modo de desarrollo de la técnica de empapar y manchar, tanto sobre lienzo como sobre papel, demostrando una gran versatilidad como escultora, ceramista, tejedora o al dedicarse al grabado. Ese áurea polifacética y su deseo de no encasillarse hizo que sus innovadoras obras actualmente formen parte de las colecciones de algunos de los museos de arte contemporáneo de varios países.