
Este 11 de abril, se celebra el día mundial del Parkinson. Aprovechando esta efeméride, Osakidetza y el Departamento Vasco de Salud, han recordado que el Hospital de Cruces, en Bizkaia, cuenta con uno de los pocos Centros de Referencia acreditados por el Sistema Nacional de Salud. Así, la Unidad de Trastornos del movimiento del Hospital Universitario Cruces está integrada por profesionales de neurología, neurocirugía, neurofisiología y neuroradiología. Es uno de los 8 Centros de Referencia acreditados por el para el tratamiento quirúrgico de la enfermedad de Parkinson y otros trastornos del movimiento complejos.
La enfermedad de Parkinson (EP) es neurodegenerativa progresiva y discapacitante. La edad de inicio habitual suele estar por encima de los 55 años siendo ligeramente más frecuente en los hombres que en las mujeres. La incidencia es de 8 a 18 personas por cada 100.000 habitantes por lo que en Euskadi pueden llegar a diagnosticarse 400 casos cada año. En total hay 8.000 casos diagnosticados en nuestra comunidad.
Gen vasco
Las características clínicas y prevalencia de la EP no difieren significativamente de las del resto del mundo o del Estado, con la excepción de la existencia en Euskadi de la denominada mutación vasca en el gen de la dardarina (LRRK2), que está presente hasta en el 50% de los casos familiares de EP en ciertos municipios de Gipuzkoa.
Además de los síntomas motores, produce otros que son muy frecuentes como el estreñimiento, la pérdida de olfato, la fatiga, la hipotensión ortostática y otros trastornos disautonómicos, la depresión y el dolor. El deterioro cognitivo también está presente. Se estima que más del 30% de las y los pacientes desarrollan una demencia.
Inicialmente, la EP se trata con fármacos que ayudan al cerebro a paliar la pérdida de neuronas. Son muy efectivos y hay una mejoría notable, sin embargo, con el paso del tiempo y de la acumulación de la perdida neuronal surgen las complicaciones.
Precisamente, algunas y algunos de estos pacientes con complicaciones motoras son candidatas y candidatos a las denominadas terapias avanzadas. Se trata de una infusión continua de levodopa subcutánea o intestinal, apomorfina o la colocación mediante cirugía de electrodos en diferentes dianas del cerebro.