La quinta etapa de la presente edición de la carrera promete emociones fuertes, tanto por su perfil montañoso como por el simbolismo que encierra su final. Y es que la línea de meta estará ubicada en Gernika, la localidad vizcaína que vio crecer al ciclista Pello Bilbao. El corredor del Bahrain-Victorious no solo será uno de los protagonistas en la carretera, sino que también ha jugado un papel clave en la planificación de esta jornada, participando activamente en el diseño del recorrido.
No será un trayecto sencillo
La etapa arrancará con dirección hacia Amurrio, en una primera parte que servirá de calentamiento antes de que el pelotón afronte desafíos más serios. Posteriormente, se regresará hacia Urduña, un enclave habitual en muchas pruebas ciclistas del País Vasco, y desde ahí se emprenderá el camino hacia Gernika. No será un trayecto sencillo: los corredores deberán superar un total de cuatro puertos de montaña repartidos a lo largo del recorrido, lo que convertirá esta etapa en terreno fértil para los escaladores y los aventureros que busquen romper el guion.
Más allá de la dureza acumulada en los ascensos, la etapa presenta un tramo final especialmente delicado. En los últimos kilómetros, los ciclistas encontrarán zonas técnicas en las que la colocación será clave. Estar bien posicionado puede marcar la diferencia entre pelear por la victoria o quedar descolgado en los momentos decisivos. Los nervios, el desgaste físico y la tensión táctica convertirán el final en un verdadero pulso entre los favoritos.
Una de las más atractivas de la carrera
La implicación de Pello Bilbao en el diseño añade un valor emocional a la etapa. Conocedor al detalle de cada rincón del terreno, ha querido crear una jornada que combine dureza, belleza paisajística y estrategia, todo dentro del marco de su tierra. Sin duda, será una etapa especial para él, para los aficionados locales y para todos los que disfrutan del ciclismo con mayúsculas.
Así, la quinta etapa se presenta como una de las más atractivas de la carrera: con montaña, con posibles movimientos tácticos desde lejos, y con un final que promete espectáculo. Y quién sabe si Pello Bilbao, además de diseñarla, podrá también soñar con levantar los brazos en su propia casa.
