El truco definitivo para conseguir cultivar sandía y melón en Euskadi

Existe un método fortalece la planta y le aporta vigor para sobrevivir al clima húmedo y frío de Euskadi
Gorka de TodoPiensos / TikTok Todo Piensos

La sandía y el melón son dos frutas ideales para refrescar el verano, sin embargo, el clima de Euskadi no es el más idóneo para su cultivo. Las temperaturas del norte pueden hacer difícil su crecimiento. Con esta técnica es posible superar estas limitaciones climáticas, permitiendo cultivarlas con éxito en cualquier rincón de Euskadi.

Injerto sobre patrón de calabaza

Una técnica muy eficaz para mejorar la calidad de los frutos es el injerto sobre patrón de calabaza, disponible en Todo Piensos. Este método fortalece la planta y le aporta vigor, permitiendo obtener sandías y melones más grandes, dulces y resistentes, y cultivarlos con éxito en cualquier zona de Bizkaia, incluso en aquellas con condiciones menos favorables. La calabaza actúa como base, aportando energía y salud al cultivo. Así lo ha explicado Gorka, gerente de Todo Piensos en su cuenta de Tik Tok. Es uno de los pocos distribuidores de estas plantas en Euskadi.

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Ambas especies pueden cultivarse incluso en macetas grandes, guiando sus ramas para optimizar el espacio. La cosecha suele darse entre 90 y 100 días después de la siembra. Un fruto maduro suena hueco al golpearlo, y su rizo se vuelve marrón. Al cortarlo, se recomienda dejar 5 cm de tallo para evitar infecciones.

Condiciones normales de cultivo

El melón

El melón crece mejor en climas cálidos y secos, aunque también puede cultivarse en zonas más templadas como la pampa húmeda. Necesita temperaturas superiores a 15 °C para desarrollarse correctamente y no germina si el suelo está por debajo de los 10 °C. Prefiere suelos sueltos y con buen drenaje.

La sandía

La sandía requiere temperaturas más altas, con un óptimo de 35 °C y al menos 10 horas de sol diario. También necesita suelos bien drenados, siendo los francos o franco arenosos los más adecuados.

La siembra puede realizarse en septiembre u octubre, dejando 2 metros entre plantas y líneas. Para evitar el cruzamiento entre variedades, se recomienda no sembrarlas muy cerca. El riego debe ser diario al inicio, y más espaciado durante la floración.


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