A tan solo 24 horas de que se dispute el partido de ida de la esperada final de la FIBA Europe Cup entre el Surne Bilbao Basket y el PAOK de Salónica, el ala-pívot polaco Tomasz Gielo atendió a los micrófonos de Bilbosport en Radio Nervión, donde dejó claro que el equipo está listo para afrontar el reto con la máxima ambición: “Estamos bien, en un buen momento. Hemos encontrado una mezcla muy positiva de experiencia y juventud”.
Gielo destacó el crecimiento del grupo, en especial de los jugadores más jóvenes que llegaron esta temporada: “Sería una tontería comparar al Rubén de septiembre con el Rubén de ahora. Está con mucho más protagonismo, más cómodo… y eso nos está ayudando muchísimo. Todos los jóvenes han dado varios pasos adelante y, junto a los más veteranos como Zoran, Marvin, Muhammad o yo mismo, tenemos la oportunidad de hacer algo grande”.
Sobre la gestión del equipo durante la competición europea, Gielo alabó el trabajo del cuerpo técnico en un contexto complejo: “Sé que no es fácil para el entrenador tener que dejar fuera a uno o dos jugadores extranjeros en cada partido. Es un dolor de cabeza. Pero la realidad es que hemos llegado hasta aquí y ahora queremos terminar el trabajo”.
Para el internacional polaco, esta final es mucho más que un partido: “Desde el inicio de la temporada sabíamos que nuestro objetivo era llegar a la final. Y ahora lo tenemos delante. Solo falta el paso más importante: ganar el título. No solo sería histórico para nosotros, también para el club, la ciudad y nuestra afición”.
La afición, uno más
Además, se mostró ilusionado con el ambiente que se vivirá este miércoles en el Bilbao Arena: “Va a ser algo increíble. En partidos así no hay presión, hay que disfrutarlos. La remontada ante Dijon fue uno de los momentos más emocionantes de mi carrera. Si el pabellón está lleno, será como jugar seis contra cinco, porque nuestra afición es el sexto jugador”.
Sobre el rival, Gielo fue claro: “PAOK es un equipo con mucha tradición. Será una final dura, física, con mucho nivel táctico. Pero honestamente creo que somos superiores como equipo. Si jugamos a nuestro nivel, podemos ganarles”.
Con confianza, ambición y el respaldo de todo Miribilla, el Bilbao Basket se prepara para una cita histórica. La final ya no es un sueño: es una realidad. Ahora, solo falta ponerle el broche.
