La Agencia Vasca de Meteorología, Euskalmet, ha pronosticado una Semana Santa marcada por la variabilidad del tiempo, con frecuentes cambios tanto en el cielo como en las temperaturas. Durante los próximos días, se alternarán momentos de ambiente apacible con fases más inestables, por lo que se recomienda no perder de vista el paraguas.
Las jornadas del Jueves Santo y Viernes Santo se presentan, en general, algo más soleadas en el interior de Euskadi durante la mañana. Sin embargo, la estabilidad no será completa, ya que por la tarde podrían reaparecer los chubascos, especialmente el viernes.
Este martes ya se han empezado a notar los efectos de las bajas presiones en superficie y el aire frío en altura, con un tiempo revuelto que ha dejado chubascos frecuentes, tormentas, granizo y un acusado descenso de las temperaturas. La cota de nieve ha bajado hasta los 1.000-1.200 metros.
De cara a la jornada de hoy, miércoles, las altas presiones atlánticas comenzarán a imponerse, lo que permitirá una mejoría progresiva. El amanecer será frío, con riesgo de heladas en algunos puntos de Álava, y aunque podrían registrarse nuevos chubascos por la tarde.
Pronóstico por días
Jueves 17
Se espera una jornada tranquila y primaveral. El día comenzará con temperaturas frescas, bancos de niebla en los valles del interior y posibilidad de heladas en el sur. Aunque podría llover en el litoral a primeras horas, en el interior se abrirán claros desde la mañana, dando paso al sol. El viento del sur impulsará una subida de temperaturas, tanto mínimas como máximas. Por la tarde, el viento girará a norte-noreste.
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Temperaturas mínimas: 2-8 ºC
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Temperaturas máximas: 15-18 ºC
Viernes 18
Tras unas primeras horas con nieblas, el sol predominará durante la mañana. A partir de la tarde, el viento rolará a noroeste, lo que favorecerá la entrada de nubes compactas, posibles chubascos y tormentas. A pesar de ello, las temperaturas seguirán en ascenso.
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Temperaturas mínimas: 7-12 ºC
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Temperaturas máximas: 18-22 ºC
Fin de semana: sábado, domingo y lunes
Los modelos meteorológicos muestran cierta discrepancia, pero todo apunta a que el viento del norte cobrará protagonismo, dejando cielos más nubosos, chubascos frecuentes en la mitad norte y un ambiente notablemente más fresco.
