
Tras la muerte del Papa Francisco se activa el protocolo de sucesión en el Vaticano. El Cardenal Kevin Joseph Farrell, actual camarlengo desde 2019, asume la administración temporal de la Iglesia.
El decano de los cardenales, Giovanni Battista Re, llamará ahora a los cardenales para que conformen las congregaciones, que decidirán la fecha del funeral, que se celebrará en la Basílica de San Pedro.
El cónclave
Tras todo ello comenzará el cónclave, una reunión a puerta cerrada del Colegio Cardenalicio para elegir al nuevo Santo Padre. Sólo los cardenales menores de 80 años pueden votar aunque los de más edad pueden acudir a las reuniones y dar su opinión.
El cónclave, como marca la tradición, se celebrará bajo llave, en la Capilla Sixtina. Después llegarán las votaciones. En este sentido, para ser elegido hace falta contar con al menos dos tercios de los votos. Cada voto, escrito en una papeleta, se quema en una chimenea, dando lugar a la famosa fumata. Si es negra es que no hay acuerdo. Si el humo es blanco, tenemos nuevo Papa. «Habemus Papam».