
El papa Francisco ha muerto este lunes 21 de abril a los 88 años de edad, según ha comunicado el cardenal Kevin Ferrell, camarlengo del Vaticano. El anuncio oficial ha sido realizado en la mañana de este lunes: “A las 7:35 de esta mañana, el obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre. Toda su vida estuvo dedicada al servicio del Señor y de su Iglesia”, señaló Ferrell.
El pontífice había sido hospitalizado hace más de un mes en el hospital Policlínico Gemelli de Roma debido a una infección respiratoria, después de presentar dificultades para respirar. Aunque había sido dado de alta hace unas semanas, lo que generó esperanza sobre una posible recuperación, finalmente no ha podido superar la enfermedad.
La noticia ha generado una fuerte conmoción en todo el mundo católico, especialmente tras la bendición «urbi et orbi» que ofreció el domingo, apenas un día antes de su fallecimiento.
Con su muerte, el Vaticano se prepara ahora para convocar al Cónclave, en el que los cardenales electores —en su mayoría designados por el propio Francisco— deberán elegir al nuevo sucesor en la sede de Pedro.