Opinión • Víctor Freire, de 'Autopista Kanpora'

50 años de viaducto sobre Rekalde

Más de 50 años de lucha, y los que quedan
Foto antigua del viaducto de Rekalde en Bilbao, proporcionada por la asociación. / Autopista Kanpora

El próximo 22 de abril se cumplen 50 años desde la inauguración de la autopista sobre el barrio de Rekalde.50 años de castigo a un barrio en forma de contaminación atmosférica, ruidos e inseguridad sobre nuestras cabezas. Y más de 50 años de lucha de un barrio contra la autopista. Oposición vecinal que comenzó en 1964 desde el momento en que se tuvo conocimiento de que el alcalde franquista Javier Ibarra incidía en la necesidad de modificar los accesos a Bilbao.

Oposición del barrio a la autopista

En 1968 se aprobaban en pleno municipal las expropiaciones forzosas para la construcción de la autopista que afectaron a 75 viviendas y cerca de 300 personas. Además de particulares, se vieron afectadas por la medida entidades empresariales (pabellones industriales), comerciales (el Cine Arraiz, barbería, huevería, carbonería, tienda de electrodomésticos y otro tipo de comercios) y religiosas (se produjo la demolición de la iglesia principal del barrio (Iglesia del Rosario), y el convento recién construido de las Hermanas Dominicas, así como parte de los terrenos del colegio Sagrado Corazón).
La presión ejercida por la Asociación de Familias de Rekalde y por diversos organismos del barrio estaba condicionada por la falta de libertad de la época. No obstante, fue intensa y continuada. A comienzos de los años 70 se intensificó con escritos a la Alcaldesa Pilar Careaga, al Gobernador Civil, al Ministro y al Delegado de Obras Públicas. Gracias a los vecinos se hicieron estudios, inspecciones, revisiones de los accesos a escuelas, vallado de las zonas de trabajo y avisos sobre peligros, ya que transcurría por zona urbana…

El 22 de abril de 1975 partieron en dos el barrio mediante la inauguración de la autopista que transcurría literalmente junto a los cinco centros escolares. Ese día los niños de Rekalde no asistieron a la escuela en señal de protesta.

Desde entonces se mantuvo la oposición del barrio a la autopista hasta que finalmente se produjo la gran noticia histórica y anhelada por miles de vecinos de Rekalde, Uretamendi y Betolaza desde hacía décadas. El entonces diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, y el alcalde la Villa, Iñaki Azkuna dieron el anuncio el 2 de febrero del 2006: “El viaducto sobre Rekalde será derribado en el año 2016”.

De esto hace ya la friolera de 19 años. Ni más ni menos.

Promesas incumplidas

La sensación de promesas incumplidas, de engaño por parte de los políticos, de declaraciones con fines puramente electoralistas y, al fin y al cabo, desconfianza hacia nuestros gobernantes ha ido en aumento en la opinión colectiva del barrio. La oposición a la autopista sobre Rekalde siempre ha partido desde los movimientos vecinales, y siempre se le ha reclamado al ayuntamiento que luche por los intereses de sus vecinos frente a la diputación, tema sobre el que los distintos gobiernos municipales han pasado de puntillas a lo largo de estas décadas.

La última promesa incumplida es de ayer mismo: el pleno del ayuntamiento aprobó (en mayo de 2024) informar a los vecinos y vecinas sobre la evolución del proyecto constructivo de la Variante de Rekalde (que se prevé que esté finalizado para diciembre de 2026), facilitando información cada 4 meses a través del consejo de distrito. Desde mayo de 2024, sin noticias del ayuntamiento. El temor de los vecinos y vecinas es: “y a partir de la finalización de la redacción del proyecto constructivo a finales del 2026 ¿qué va a ocurrir?

Según la previsión de la diputación, en caso de seguir sin pausa las tareas necesarias para la construcción de la variante (preparar el pliego de licitación de las obras, contratación de las mismas, …) la demolición del viaducto se podría producir en el año 2031. Pero cuando la diputación elaboró el Plan General de Carreteras y recogió las infraestructuras que han de realizarse en los próximos años en Bizkaia clasificó las obras a realizar en dos categorías en función de cómo se van a financiar: las DETERMINISTAS, que son aquellas que tendrán una fuente garantizada de ingresos para su financiación, que proviene de peajes, etc. (en este grupo están las ampliaciones de la Surpersur, o el Subfluvial de Lamiako) o las POSIBILISTAS, que dependerá de si la diputación designa o no recursos para su realización (en este grupo se metió a la variante de Rekalde).

También hubo oposición desde el barrio a que el proyecto de la Variante de Rekalde fuese en este grupo de proyectos y no en el que tienen la financiación asegurada. Pero la diputación eligió la otra opción. Por lo tanto, cuando se termine el proyecto constructivo, a finales de 2026 dependeremos una vez mas de los presupuestos de la diputación, es decir, de que haya o no voluntad política para llevarlo a cabo.

La excusa para no realizar el proyecto de la variante de Rekalde la tienen fácil: “no hay dinero para la variante de Rekalde”, eso sí, para otras infraestructuras no faltará el dinero….
¿esta vez cumplirán su promesa?

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