
El Athletic vuelve a San Mamés con la necesidad de levantarse tras la derrota en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid. Una caída que no solo frenó la racha de los leones, sino que también ha apretado aún más la lucha por los puestos de Champions. Con el Real Betis recortando distancias tras su triunfo ante el Girona y el Villarreal sumando un punto, la presión sobre los de Valverde por mantener la cuarta plaza se intensifica.
Y como si el contexto clasificatorio no fuera suficiente, el conjunto rojiblanco encara el choque ante la UD Las Palmas con la gran duda de Nico Williams aquejado de una pubalgia que viene arrastrando hace tiempo y de la que hemos tenido constancia hace unos días. Su posible ausencia supondría un duro revés para un Athletic que depende en gran medida de la verticalidad y el desequilibrio de su internacional.
No lo pondrá nada fácil una UD Las Palmas que llega envalentonada tras tumbar al Atlético de Madrid en el Estadio de Gran Canaria. El equipo de Diego Martínez ha demostrado esta temporada que puede competir con cualquiera, aunque su situación en la tabla les obliga a no bajar la guardia: solo les separa un punto del descenso. Esa mezcla de necesidad y confianza convierte al cuadro canario en un rival especialmente peligroso.
Con un ojo en Salónica
Además, el duelo en La Catedral coincidirá en horario con un partido histórico para el deporte vizcaíno. El Bilbao Basket disputará en Salónica el partido de vuelta de la final de la FIBA Europe Cup ante el PAOK con la intención de conquistar su primer título continental. Habrá que seguir también con atención lo que hagan los hombres de Jaume Ponsarnau en un escenario de máxima exigencia.
En definitiva, el Athletic afronta un choque de alta tensión, en el que no solo se juega tres puntos, sino también buena parte de sus aspiraciones europeas. La duda de Nico, el empuje de un rival que se juega la vida y la presión de los perseguidores hacen del encuentro de este próximo miércoles un punto de inflexión para el conjunto rojiblanco.