Euskadi enfrenta una situación sin precedentes tras el apagón general que este lunes afectó a gran parte del País Vasco, a otros puntos de la Península Ibérica y al sur de Francia. En respuesta, el Gobierno vasco ha activado la fase 2 de emergencia para coordinar la respuesta institucional ante el colapso energético.
Día atípico
El lehendakari, Imanol Pradales, compareció públicamente siete horas después del inicio de la crisis y advirtió que “mañana no va a ser un día normal en Euskadi”. Aunque la situación es mejor que en otros territorios, a las 18:30 se había recuperado el 84% del suministro eléctrico en Euskadi, con Álava ya completamente restablecida, Gipuzkoa al 88% y Bizkaia al 78%.
Llamamiento a la calma
Pradales lanzó un llamamiento a la calma, calificando la jornada de “compleja y de incertidumbre”, y no descartó nuevos cortes durante la noche. Alertó especialmente sobre la lenta recuperación del transporte de pasajeros y ferroviario, que podría tardar más en normalizarse.
El lehendakari hizo hincapié en que habrá altibajos y oscilaciones en las próximas horas, por lo que pidió extremar la precaución. Reiteró los consejos del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez: limitar el uso de telecomunicaciones, evitar desplazamientos innecesarios, consultar solo fuentes oficiales e informar emergencias reales al 112.
Como parte del dispositivo de emergencia, se ha reactivado el Plan de Protección Civil de Euskadi (LABI), clave durante la pandemia, cuya mesa técnica permanecerá operativa toda la noche. Está prevista una nueva reunión este martes a la una de la tarde para evaluar la evolución de la crisis.
