
Estibaliza Kortazar, dueña de un piso en Basauri, decidió ponerse en contacto con Radio Nervión para denunciar la terrible situación que lleva viviendo desde julio del 2024. Según nos cuenta, el hombre al que alquiló una habitación ha convertido su vida en una pesadilla.
«Ve porno a mi lado»
«Desde julio, este hombre ha hecho mi vida imposible. Me insulta, ve porno a mi lado, da portazos, maltrata las cosas de mi casa y de mi perra y me ha robado cosas» explica Estitxu, quien no puede más con su situación. Además, añade que el inquilino no paga el alquiler desde febrero y ha aumentado considerablemente las facturas de electricidad debido a su comportamiento, dejando luces encendidas todo el día y usando la calefacción día y noche. «Es que me está arruinando hasta económicamente. A partir del 11 de abril yo me quedé con cero euros, no tenía ni para comer. He tenido que pedir ayuda a una hermana», asegura Estitxu.
La dueña también denuncia que la policía no ha podido hacer nada, ya que el proceso de desahucio tarda meses. «Llamé a la policía el 1 de enero, pero me dijeron que sin una orden de desahucio no podían hacer nada. Tienes que pagar unos 1.000€ para pedirla, y tarda meses», explica con frustración.
«Tengo claro que es un psicópata»
Estitxu describe a su inquilino como una persona sin límites, que no se cansa de hacerle la vida imposible. «Este hombre no tiene límite», denuncia. El tema de la convivencia se ha ido deteriorando cada vez más, y la situación está afectando tanto a su salud física como a su bienestar mental. «Desde julio estoy tomando Lorazepam para poder dormir, pero ya ni me hace efecto. Tampoco puedo dormir porque él se levanta, abre las ventanas y deja todas las luces encendidas», explica con angustia.
Más ayuda para las víctimas
Estibaliz no solo pide justicia, sino también un cambio en las leyes. «Lo que no es no es normal es que si tú estás viviendo con un individuo que te está dando problemas… ¿por qué necesitas una orden de desahucio para echarle?», subraya con firmeza. Además, asegura que «al no ser mi pareja no me han ayudado poniéndome una psicóloga en la Casa de la Mujer de Basauri ni en la Diputación» y que ha pedido la ayuda de emergencia a su trabajadora social de Basauri «la cual también me dijo que no podía ayudarme».
En este momento, Estibaliz sigue luchando en los tribunales. Tiene pendiente la resolución de un juicio por acoso y espera que el proceso de desahucio avance. Pero mientras tanto, sigue siendo víctima de un comportamiento inaceptable que parece no tener fin. «No me lo va a poner fácil. El día que llegue el desahucio va a llamar a sus amigos. Me imagino que intentará paralizarlo porque los desahucios también si hubiera mucha gente, no siempre se consiguen. Pienso que tampoco el día que llegue el desahucio puedo cantar victoria», asegura Estitxu, que no sabe cuánto tiempo más podrá aguantar esta situación.