El precio regulado de la luz comenzó el pasado abril una escalada que ha continuado durante el verano y que, de cumplirse las previsiones, puede llevar la factura a rozar sus niveles históricamente más altos a finales de año.
Un consumidor tipo pagó el pasado julio una factura mensual de 66,4 euros. Los expertos calculan que, de continuar las tendencias actuales, dicho consumidor tipo tendría que pagar 71 euros en diciembre, un 5,3% más que un año antes. En el conjunto del 2018, el desembolso sería de 788 euros, el segundo recibo más alto de la historia.