Este fin de semana tenemos una cita con nuestros relojes porque toca cambiar la hora y entrar ya en el horario de invierno. Así, en la madrugada del sábado al domingo, a las 3h serán las 2h. El día por tanto, tendrá 25 horas, y es en este punto cuando nos preguntamos, ¿cómo nos afecta este cambio? Se lo explicamos.
Para muchos este cambio de hora es un fastidio porque anochece antes. Aproximadamente a las 17:30h ya es de noche y la falta de luz lo cierto es que nos quita energía. Nos lo ha explicado Beatriz Santamaría, psicóloga con la que hemos hablado y que nos ha contado que «más que el cambio de hora en sí, lo que nos afecta es la reducción de las horas de luz, porque la luz natural o del sol ayuda en el proceso de síntesis de algunas vitaminas, hormonas y neurotransmisores, que ayudan al funcionamiento adecuado de todo el organismo».
¿En qué se traduce esta situación?
Esto se traduce en que el ciclo de sueño y vigilia se ve afectado y nuestro nivel de energía decae, estando menos activos. En este sentido, puede haber personas a las que les cuesta más mantener el nivel de actividad diurno en ausencia de luz natural. Nos referimos sobre todo a personas con mayor tendencia a trastornos anímicos, en las que la tristeza y la apatía se acentúan.
¿Qué podemos hacer?
Hay varias recomendaciones pero, sobre todo «debemos marcarnos cosas que hacer, programar actividades que propicien que no nos metamos en casa a las 18h». También tener rutinas y, muy importante, si lo hacemos en grupo mejor que mejor.
¿Hasta cuando habrá cambio de hora?
De momento todo apunta que seguiremos con dos cambios de hora para el horario de verano y el de invierno, por lo que tendremos que cambiar los relojes al menos hasta 2026.
