Los elfos navideños han evolucionado de vigilantes silenciosos a bromistas descarados, llenando los hogares con risas y creatividad. Esta tradición, nacida en Estados Unidos gracias al libro infantil llamado The Elf on the Shelf: A Christmas Tradition, escrito por Carol Aebersold y su hija Chanda Bell en 2005, relata cómo Santa Claus envía a estos ayudantes a las casas para observar a los niños. Sin embargo, no se limitan a mirar; cada noche, mientras todos duermen, estos pícaros elfos planean sus travesuras y reaparecen en lugares sorprendentes al amanecer.

En Euskadi, estos pequeños visitantes están causando sensación. Más allá de supervisar comportamientos, se han convertido en cómplices de la diversión navideña de nuestro oyentes. Desde montarse una fiesta con

juguetes hasta atascar el lavadero con agua y Cola Cao, los elfos estimulan la imaginación de grandes y pequeños. Además, su llegada fomenta actividades familiares, como hornear galletas o inventar nuevas travesuras juntos.

Adoptar un elfo no solo asegura carcajadas sino también recuerdos inolvidables. Te dejamos las pruebas de las travesuras que han realizado esta noche para ver si te animas a adoptar un elfo. ¡Qué comience la magia!