Un joven de Gamiz-Fika denuncia a una residencia por un vertido fecal
David Mardaras es un vecino de Gamiz-Fika, que lleva años denunciando el estado de su casa, como consecuencia de dos vertidos: uno de aguas fecales y otro de agua de servicio, procedentes de una residencia de mayores cercana a su finca. El caso está en un juzgado de Gernika.
Este joven vizcaíno adquirió la propiedad, que incluye dos viviendas y piscina, entre otros. Sin embargo, casi desde el principio, hace ya un par de años, notó que algo no iba bien. Y es que se acumulaba mucha agua en la zona de la piscina. Fue entonces cuando localizó un tubo, procedente del geriátrico, que desviaba las aguas fecales hasta su finca. En ese punto comenzó esta pesadilla para David, que está en tratamiento psicológico y que de momento no ha podido hacer realidad su sueño de montar una casa rural en este punto.
Dos vertidos diferentes según constata URA
Lo cierto es que la Agencia Vasca del Agua URA, tiene constatados dos vertidos que llegan desde la residencia de mayores Aitzea, ubicada en la parcela superior de la propiedad de David.
Uno de ellos es un vertido de agua procedente de servicio ya que está clorada. Esta vertido amenaza la casa en la que vive David ya que existe «riesgo de derrumbe».
El segundo vertido es por aguas fecales: el geriátrico no habría vaciado su pozo séptico en todos sus años de actividad, unos 25. Estas aguas, que afectan sobre todo a la parte de la piscina, procederían de cisternas, cocinas, duchas, lavadoras, secadoras… En este punto, la situación es tal, que ni siquiera se puede tender la ropa fuera durante mucho tiempo, «porque si el viento viene de allí el olor a fecales se impregna en la ropa».
En un primer momento se llegó aun acuerdo con el propietario y se comprometió a realizar las obras en la piscina. Sin embargo, como comenta David, «contrató a unos piratas que hicieron una chapuza y se dedicaron a esparcir escombros por el terreno, sin pasar por planta de reciclaje. Tuve que paralizar la obra». Desde entonces, enero de 2023, no sabe nada de ellos ni del dueño de la residencia, «me tienen bloqueado».
Denuncia en un juzgado de Gernika
Ante todo los sucedido y después de que Ertzaintza y Patrulla Rural vieran la situación, David presentó una denuncia en un juzgado de Gernika. Entre otros ha aportado un informe de Saneamientos Mungia, que recoge que de las 17 arquetas analizadas en la residencia, todas están en mal estado.
David habla de «mala fe» por parte del dueño del centro por lo que sigue adelante con su lucha y denuncia que se han cometido dos delitos medioambientales: uno por las aguas fecales y otro por la deposición del escombro. Es por todo ello que solicita el cierre cautelar de la residencia, en la que viven 34 personas mayores, porque «está situada delante de una campa llena de fecales».
Un poco de luz
Es ahora precisamente cuando David comienza a ver un poco de luz ya que la jueza ha aprobado que el UCOMA, la Unidad Central Operativa Medioambiental de la Guardia Civil, tome cartas en el asunto y lleve a cabo una investigación.
Por su parte, desde la residencia señalan que el inicio del problema está en la rotura de una tubería en el verano de 2022 y que entonces ya se ofrecieron a realizar las obras, unos trabajos que, según David, quedaron en nada. «Tan sólo cambiaron la depuradora porque estaba llena de fecales».